miércoles, 12 de octubre de 2016


CUENTO        El espejo de la sonrisa (Jesús Molina Molmar)

Érase una vez y muchas veces, existía una princesa de esas que no son de cuentos de hadas.

Nació en un reino hostil, donde su padre el rey… y su madre la reina, aunque buenas personas, …..estaban más preocupados por su reino, que por la  princesa y sus hermanos.

La princesita que era una niña especial, de esas que tienen un don, que no pueden potenciarlo, porque no saben cómo, o no le han dejado desarrollarlo.,….lo que le ocurre también a muchas otras princesas.

A veces pensaba  que era rara y las tomaban como rara y con esa rareza sugestionada creció.

 La cambiaban de colegios constantemente,… así como de doncella,… con lo que la princesita no terminaba nunca de aferrarse al cariño de nadie.

Ella y sus hermanos vivían sus vidas en una jungla,…. donde como en todas la junglas, prevalece la ley del más fuerte.

Creció y la única manera de expresar lo que sentía, era pintando, con un arte  lleno de sensibilidad guardada, con unos dotes para la pintura impresionantes, tanto es así que llegó a ganar un importante premio de pintura,…  pero a la hora de recogerlo y decir unas palabras, ….se quedó muda,… era normal, no estaba acostumbrada con palabras a decir lo que sentía.

Pasó el tiempo y como a toda princesa le llegó su príncipe azul, la llevó a su castillo en tierras italianas, pero este,  al poco tiempo empezó a desteñir y conforme iba destiñendo se iba convirtiendo del azul reluciente a un color negro tenebroso.

La princesa como a muchas princesas que se le destiñen el príncipe azul, no se daba cuenta y poco a poco se vio encerrada en la mazmorra  de su corazón.

Cuando intentaba escapar una y mil veces,   el príncipe se volvía a teñir de azul y la convencía para que volviera, aunque pronto se le volvía su vestimenta como realmente era…. negra tenebrosa.

Controlador , con una falta de compasión hacia ella y unas creencias sobrevaloradas sobre si mismo.

Creyéndose un semi dios. Aunque en realidad era la máscara de su baja autoestima

Generalmente de fachada…. era amable y encantador con la mayoría de las personas excepto con ella.

Su comportamiento hacia la princesa se caracterizaba por una gran variedad de amenazas y daños,

Usaba la ironía para dar lugar a la ambigüedad de sus actos, poniendo en duda la estabilidad emocional de la princesa a la que intimidaba,

Se irritaba y tenía cambios bruscos en su estado de ánimo con facilidad…….. y constantemente culpándola de todo lo que le iba mal.

Cansada de tanto sufrimiento, la princesa consiguió escapar de las mazmorras donde la tenía prisionera, pero el camino no le fue fácil, cayó a un precipicio donde caen muchas princesas desencantadas de la vida.

Deambulando por un bosque tenebroso donde no hay vida, ni ilusiones, consiguió ver una pequeña luz al final del espeso bosque, donde encontró a un Mago recogiendo plantas,

Extrañado el mago al verla  llena de heridas del alma y con el corazón roto, le preguntó.
-, ¿Que haces por estos inhóspitos lugares criatura?

La princesa rompió a llorar y solo cuando derramó la última lágrima  guardada, pudo contarle su historia.
-, Nunca quise un príncipe azul, siempre soñé con un guerrero que peleara junto a mi.

No tengo fuerzas para seguir no sé ni cómo he llegado hasta aquí.

El mago la abrazó con la ternura de un padre y la llevó a su humilde cabaña para que descansara y recuperará la fuerza, no sin antes darle un caldo mágico que había preparado para princesas desilusionadas.

Espero siete noches y siete días a que la princesa despertara de su sueño, era un día radiante de sol, los pajarillos trinaban como en primavera.

El mago tenía preparado un magnífico desayuno reconstituyente, que la princesa tomó de muy buen agrado y con una gran sonrisa.

Viendo el mago su sonrisa le dió un espejo, para que se mirara en el.
_, Este espejo es mágico y cada vez que te mires en el verás a tu niña interior sonreír,. Es el espejo de la sonrisa,. Le dijo el mago.

La princesa que estaba muy recuperada se miró en el espejo y volvió a sonreír.
Siéntate dijo el mago. .-Tú eres lo que ves en  este espejo: una niña valiosa y única.

Y como tal, sólo puedes evaluarte verdaderamente tu.

“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”

Tu meta es descubrir el infinito valor de ti misma, sin dar importancia a lo que piensen los demás.

Cuando comprendas esto, lograrás una gran libertad y sobre todo a amarte a ti misma,

Significará que has aprendido a aceptar lo que viene y a fluir ante la vida.

La princesa se miró de nuevo en el espejo y volvió a ver a su niña interior sonreír, sacándola del laberinto y convirtiéndose en su propia heroína,

Jamás volvió a ser manipulada por nada, ni por nadie,

Aprendió a amarse a si misma y aprendió a amar la vida con todas las criaturas.

Aprendió que la belleza del amor, está en el interior, no en la envoltura de ningún príncipe azul.

Porque nuestro destino vive en nosotros


 Reflexión

Cada persona puede avanzar enormemente en su evolución interna, si se ocupa de sanar las heridas emocionales que tuvo en su infancia, ya que verdaderamente dentro de cada persona aún existe aquella criatura vulnerable que se supone quedó en el pasado.

 Descubrir a tu niño interior, recuperarlo y nutrirlo de amor es, sin duda, de las mejores cosas que podemos hacer por nosotros mismos; a partir de este punto, el manejo emocional de nuestra vida puede transformarse enormemente.

“Muy a menudo amamos las cosas
y usamos a las personas,
Cuando deberíamos estar usando las cosas y amando a las personas”
― Abraham Lincoln



Gracias y buen caminar por la vida a todos.

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